La Fábrica de Ciudad Rodrigo es un espacio industrial reconvertido y transformado hoy para usos culturales en el oeste de la provincia de Salamanca. En la localidad de Ciudad Rodrigo a unos 80 km al de la capital provincial, Salamanca, a pocos kilómetros de la frontera con Portugal.
El edificio en cuestión, conocido hasta hoy como la “Fábrica de La Concha” edificada en el siglo XIX, situado sobre el río Águeda y en un entorno natural excepcional, mantiene la arquitectura industrial en la estructura exterior con un entorno industrial en un buen grado de conservación, con almacenes de tipo industrial y chimeneas, al exterior de la muralla que rodea el conjunto histórico-artístico (declarado en 1944).
La Fábrica, un proyecto de todos.
La Fábrica, así es como el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo y los colectivos han denominado el proyecto, que han presentado el 17 de diciembre. Es un nuevo y dinámico recurso cultural que pretende convertirse en un espacio para la creación y participación juvenil, basado en los principios de la cooperación entre entidades socioculturales y la organización de actividades conjuntas, cubriendo una importante demanda de espacio para el desarrollo artístico y social por parte de los artistas locales. Poniendo el valor la importancia de un acceso de todos los colectivos a la práctica cultural en términos de democracia cultural.
La Fábrica se define por sus creadores como un proyecto para la participación y el asociacionismo juvenil, que impulse los engranajes entre las personas y organizaciones para avanzar progresivamente de manera abierta y en permanente construcción y reformulación, teniendo como eje la implicación ciudadana y la visibilidad de los proyectos originados en su interior. El proyecto pretende consolidar el asociacionismo cultural y juvenil existente en la localidad y potenciarlo. Entre otras líneas de acción, estableciendo un calendario con el tejido asociativo para trabajar conjuntamente en la programación del espacio.
El edificio y los espacios: una necesidad cubierta
La puesta en funcionamiento de La Fábrica de Ciudad Rodrigo surge de las necesidades detectadas por parte del Ayuntamiento en el diálogo con las entidades locales, de la necesidad de coordinar actuaciones y espacios demandados para el desarrollo de la juventud y el consiguiente reflejo en los presupuestos municipales, así como la confianza que desde los responsables del municipio se pone en la juventud, que según sus declaraciones no habían desarrollado antes mayor actividad cultural por falta de espacios, recursos y oportunidades como la que se presenta con este nuevo espacio. La Fábrica pone a disposición de la población salas de uso individual, espacios comunes, como son la sala de máquinas, la sala de control y La Sala, una sala diáfana en la parte superior del edificio de más de 200 m2 y grandes posibilidades. El espacio se encuentra por hacer, y como definió el Primer Teniente de Alcalde Domingo Benito Lucas, es un proyecto “en construcción”. De momento tres organizaciones dispondrán de un espacio propio.
Un impulso para CROMA y el resto de asociaciones.
Invitados por Nerea Montero, joven y dinámica artista, presidenta y una de las 8 promotoras de la Asociación CROMA (Ciudad Rodrigo: Organización de Movimientos Artísticos) pudimos conocer y visitar de primera mano todos los rincones del edificio, que conserva su estructura de original aunque la maquinaria principal ha desaparecido, manteniendo parte de las turbinas y algún molino en la planta baja. Sin duda, para entidades como CROMA, disponer de un espacio para poder reunirse, compartir, impulsar iniciativas, realizar encuentros, trabajar y planificar es ya un primer paso fundamental. Pocos municipios muestras esta disposición política para la juventud creativa, y eso se nota en la ilusión que los miembros de CROMA muestran cuando enseñan La Fábrica, que ya sienten como un espacio propio.
La voluntad de diálogo y posibilitar el desarrollo de las iniciativas culturales por el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, respondiendo a las necesidades detectadas respecto a espacios culturales y para la creación cultural, explican los principios en los que se basa la recuperación y puesta en marcha de La Fábrica como un nuevo recurso para asociaciones y colectivos con el que poder fomentar la participación cultural basado en el “principio de confianza y gestión compartida” con la participación de todos los agentes implicados en el denominado Grupo Reactor integrados en una primera fase por el propio Ayuntamiento, Farinato Sound, el grupo Scout y CROMA y abierto a nuevas entidades.
La Fábrica de Ciudad Rodrigo. Modelo de gestión, profesionalización y nuevos usos al patrimonio industrial
El modelo de gestión es una cesión de uso a las Asociaciones a cambio de que las entidades realicen actividades de dinamización en el espacio y en la organización y gestión de la semana de la juventud. En este modelo ayudará un profesional de la gestión y animación cultural contratado por el Ayuntamiento para coordinar estos trabajos.
Estamos deseando ver los primeros pasos de La Fábrica y los engranajes pongan en marcha diversas iniciativas. Las industrias de la creatividad desarrolladas en su interior permitirán el desarrollo de todo el entorno, de manera sostenible, porque en la expresión cultural e identidad de los pueblos está su futuro, su empleo y su crecimiento.
En Ciudad Rodrigo lo están resolviendo muy bien, dando nuevos usos socioculturales a uno de los pocos edificios singulares de patrimonio industrial existentes y con las personas jóvenes motivadas y preparadas. La Fábrica está preparada muchos años después para ser el motor -cultural- de Ciudad Rodrigo.
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